Washington D. C. – En la solidaridad patente en las recientes cumbres de la OTAN, EE. UU.-UE y el G7 vemos a un Occidente rejuvenecido. Mientras el presidente ruso Vladímir Putin sigue guerreando contra Ucrania, las democracias en la región del Atlántico responden con una unidad impresionante —y un tanto inesperada— proveyendo armas a Ucrania, reforzando el flanco oriental de la OTAN y sancionando a la economía rusa.
Washington D. C. – En la solidaridad patente en las recientes cumbres de la OTAN, EE. UU.-UE y el G7 vemos a un Occidente rejuvenecido. Mientras el presidente ruso Vladímir Putin sigue guerreando contra Ucrania, las democracias en la región del Atlántico responden con una unidad impresionante —y un tanto inesperada— proveyendo armas a Ucrania, reforzando el flanco oriental de la OTAN y sancionando a la economía rusa.