BRUSELAS – Al menos por algún tiempo, pareció que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China se habían asentado en un estado de “nueva normalidad”. Después de que ambos países impusieron altos aranceles a buena parte de sus exportaciones respectivas, el presidente estadounidense Donald Trump se abstuvo de continuar la escalada. Pero tras otra ronda infructuosa de negociaciones comerciales bilaterales que tuvo lugar en Shanghai la semana pasada, Trump anunció que a partir del 1 de septiembre, Estados Unidos impondrá un arancel del 10% a otros 300 000 millones de dólares de productos chinos.
BRUSELAS – Al menos por algún tiempo, pareció que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China se habían asentado en un estado de “nueva normalidad”. Después de que ambos países impusieron altos aranceles a buena parte de sus exportaciones respectivas, el presidente estadounidense Donald Trump se abstuvo de continuar la escalada. Pero tras otra ronda infructuosa de negociaciones comerciales bilaterales que tuvo lugar en Shanghai la semana pasada, Trump anunció que a partir del 1 de septiembre, Estados Unidos impondrá un arancel del 10% a otros 300 000 millones de dólares de productos chinos.