MADRID – Una inquietante idea parece haberse adueñado de Occidente: que nos estamos adentrando en una nueva Guerra Fría. Esta narrativa comenzó a popularizarse a raíz de la disputa comercial entre China y EE.UU, y la crisis de la COVID-19 ha proporcionado el impulso definitivo. Según algunas voces, es mejor atarse los machos que ignorar ingenuamente el choque hegemónico que marcará la “nueva normalidad”.
MADRID – Una inquietante idea parece haberse adueñado de Occidente: que nos estamos adentrando en una nueva Guerra Fría. Esta narrativa comenzó a popularizarse a raíz de la disputa comercial entre China y EE.UU, y la crisis de la COVID-19 ha proporcionado el impulso definitivo. Según algunas voces, es mejor atarse los machos que ignorar ingenuamente el choque hegemónico que marcará la “nueva normalidad”.