BEIJING – Ahora que los "retoños verdes" de la recuperación se marchitaron, el debate sobre el estímulo fiscal regresó para vengarse. En Estados Unidos, quienes argumentan a favor de otro paquete de estímulo observan que siempre fue un pensamiento ilusorio creer que un paquete de 787.000 millones de dólares podía compensar una caída de 3 billones de dólares en el gasto privado. Pero el desempleo aumentó incluso más rápido, y más, de lo esperado. Combinemos esto con la continua caída de los precios de la vivienda, y es entendible que el gasto de los consumidores se mantenga deprimido.
BEIJING – Ahora que los "retoños verdes" de la recuperación se marchitaron, el debate sobre el estímulo fiscal regresó para vengarse. En Estados Unidos, quienes argumentan a favor de otro paquete de estímulo observan que siempre fue un pensamiento ilusorio creer que un paquete de 787.000 millones de dólares podía compensar una caída de 3 billones de dólares en el gasto privado. Pero el desempleo aumentó incluso más rápido, y más, de lo esperado. Combinemos esto con la continua caída de los precios de la vivienda, y es entendible que el gasto de los consumidores se mantenga deprimido.