TIRANA – Hace cinco años, Albania enfrentaba una situación verdaderamente inquietante. Dado que Grecia e Italia sufrían los efectos de la crisis del euro, las remesas y las entradas de capital estaban en descenso, y la economía albanesa pasaba por una fuerte desaceleración. Su déficit fiscal había llegado a elevarse a más del 7% del PIB, financiado en gran parte por pagos atrasados, ya que había colapsado el acceso a mercados financieros externos y los intereses domésticos estaban por las nubes.
TIRANA – Hace cinco años, Albania enfrentaba una situación verdaderamente inquietante. Dado que Grecia e Italia sufrían los efectos de la crisis del euro, las remesas y las entradas de capital estaban en descenso, y la economía albanesa pasaba por una fuerte desaceleración. Su déficit fiscal había llegado a elevarse a más del 7% del PIB, financiado en gran parte por pagos atrasados, ya que había colapsado el acceso a mercados financieros externos y los intereses domésticos estaban por las nubes.