NUEVA YORK – Desde que volví de la reunión de este año del Foro Económico Mundial en Davos, me han preguntado varias veces qué conclusiones traje de ella. Uno de los temas de los que más se habló este año fue la inteligencia artificial (sobre todo, en su variante generativa). Con la reciente adopción de la tecnología de grandes modelos lingüísticos (como la que está en la base de ChatGPT), hay mucha expectativa (y exageración) respecto del aporte que puede hacer la IA a la productividad y el crecimiento económico en el futuro.
NUEVA YORK – Desde que volví de la reunión de este año del Foro Económico Mundial en Davos, me han preguntado varias veces qué conclusiones traje de ella. Uno de los temas de los que más se habló este año fue la inteligencia artificial (sobre todo, en su variante generativa). Con la reciente adopción de la tecnología de grandes modelos lingüísticos (como la que está en la base de ChatGPT), hay mucha expectativa (y exageración) respecto del aporte que puede hacer la IA a la productividad y el crecimiento económico en el futuro.