NUEVA YORK – De una u otra manera, la conducta de los bancos centrales tendrá que cambiar por la crisis climática, pero debería hacerlo solo debido a que este creará nuevas limitaciones e impulsará nuevas formas de actividad económica pública y privada. La función primaria de los bancos centrales no debería cambiar, ni ellos tendrían que adoptar metas “verdes” que podrían socavar la búsqueda de sus objetivos tradicionales: la estabilidad financiera y la estabilidad de los precios (que en Estados Unidos es un mandato doble de estabilidad de los precios y un máximo nivel de empleo).
NUEVA YORK – De una u otra manera, la conducta de los bancos centrales tendrá que cambiar por la crisis climática, pero debería hacerlo solo debido a que este creará nuevas limitaciones e impulsará nuevas formas de actividad económica pública y privada. La función primaria de los bancos centrales no debería cambiar, ni ellos tendrían que adoptar metas “verdes” que podrían socavar la búsqueda de sus objetivos tradicionales: la estabilidad financiera y la estabilidad de los precios (que en Estados Unidos es un mandato doble de estabilidad de los precios y un máximo nivel de empleo).