TORONTO – Hace unos años, conversando con jóvenes de algunos de los lugares más pobres de Senegal, dos emprendedores sociales me hablaron acerca de proyectos de ayuda comunitaria en los que estaban trabajando. Uno de ellos me dijo que quería llevar más computadoras a las escuelas primarias; el otro había creado una red para trabajadores rurales en busca de empleo en el caos urbano de Dakar, la capital de Senegal.
TORONTO – Hace unos años, conversando con jóvenes de algunos de los lugares más pobres de Senegal, dos emprendedores sociales me hablaron acerca de proyectos de ayuda comunitaria en los que estaban trabajando. Uno de ellos me dijo que quería llevar más computadoras a las escuelas primarias; el otro había creado una red para trabajadores rurales en busca de empleo en el caos urbano de Dakar, la capital de Senegal.