ABIDJAN – Mientras que gran parte del mundo lucha con el rápido envejecimiento de su población, África experimenta la tendencia opuesta. Si se considera que el 60% de la población del continente es menor de 25 años, los líderes africanos deben garantizar imprescindiblemente no sólo que se tengan disponibles suficientes empleos de calidad, sino también que los jóvenes reciban la educación y la capacitación necesarias para ocupar esos puestos. Y, cuando se trata de esta última condición imprescindible, se necesita mucha acción.
ABIDJAN – Mientras que gran parte del mundo lucha con el rápido envejecimiento de su población, África experimenta la tendencia opuesta. Si se considera que el 60% de la población del continente es menor de 25 años, los líderes africanos deben garantizar imprescindiblemente no sólo que se tengan disponibles suficientes empleos de calidad, sino también que los jóvenes reciban la educación y la capacitación necesarias para ocupar esos puestos. Y, cuando se trata de esta última condición imprescindible, se necesita mucha acción.