NUEVA YORK – África prácticamente no tiene ninguna responsabilidad por las emisiones de efecto invernadero que están generando la crisis climática, ni por los conflictos o las interrupciones de la cadena de suministro que han impulsado la inflación global. Tampoco originó la propagación del COVID-19, ni provocó la crisis económica postpandemia. Y, sin embargo, es probable que los efectos de largo plazo de estas tres crisis se sientan de forma más aguda en África más que en ningún otro lugar.
NUEVA YORK – África prácticamente no tiene ninguna responsabilidad por las emisiones de efecto invernadero que están generando la crisis climática, ni por los conflictos o las interrupciones de la cadena de suministro que han impulsado la inflación global. Tampoco originó la propagación del COVID-19, ni provocó la crisis económica postpandemia. Y, sin embargo, es probable que los efectos de largo plazo de estas tres crisis se sientan de forma más aguda en África más que en ningún otro lugar.