ABIDJAN – Khadidiatou Fall, una joven senegalesa de 15 años, estaba desesperada por volver a la escuela. Debido a la pandemia de COVID-19, su escuela estuvo cerrada durante la mayor parte del año pasado. A pesar de que dicha escuela ofrecía clases en línea, el acceso limitado a Internet en Rufisque, la pequeña ciudad natal de Khadidiatou, significó que a menudo ella perdiera lecciones importantes. Se desvanecían sus posibilidades de aprovechar al máximo su educación.
ABIDJAN – Khadidiatou Fall, una joven senegalesa de 15 años, estaba desesperada por volver a la escuela. Debido a la pandemia de COVID-19, su escuela estuvo cerrada durante la mayor parte del año pasado. A pesar de que dicha escuela ofrecía clases en línea, el acceso limitado a Internet en Rufisque, la pequeña ciudad natal de Khadidiatou, significó que a menudo ella perdiera lecciones importantes. Se desvanecían sus posibilidades de aprovechar al máximo su educación.