LONDRES – Algunas crisis nos toman por sorpresa. Parecen venir de la nada, creando súbitamente el caos y un tumulto desesperado por darles respuesta. Otras son evidentes, pero no hay un punto único de erupción. Los factores que las generan se intensifican hasta el momento en que nos damos cuenta, demasiado tarde, de su gravedad y lo urgente de la situación.
LONDRES – Algunas crisis nos toman por sorpresa. Parecen venir de la nada, creando súbitamente el caos y un tumulto desesperado por darles respuesta. Otras son evidentes, pero no hay un punto único de erupción. Los factores que las generan se intensifican hasta el momento en que nos damos cuenta, demasiado tarde, de su gravedad y lo urgente de la situación.