LONDRES – Ya hay preocupantes señales de que el virus COVID-19 se ha asentado en el África subsahariana, la región más pobre del mundo. La ventana de oportunidad para evitar una catástrofe humanitaria todavía está entornada, pero serán necesarias una acción nacional y una cooperación internacional decididas para mantenerla así.
LONDRES – Ya hay preocupantes señales de que el virus COVID-19 se ha asentado en el África subsahariana, la región más pobre del mundo. La ventana de oportunidad para evitar una catástrofe humanitaria todavía está entornada, pero serán necesarias una acción nacional y una cooperación internacional decididas para mantenerla así.