LOMÉ – Mientras el mundo ingresa a una era marcada por la inteligencia artificial, se prevé que los países de ingresos bajos y medios sólo se quedarán con el 10% del crecimiento económico generado por esa tecnología. Pero con asociaciones estratégicas e inversiones en infraestructura a gran escala, pueden aprovecharlas para fomentar un desarrollo inclusivo y sostenible.
LOMÉ – Mientras el mundo ingresa a una era marcada por la inteligencia artificial, se prevé que los países de ingresos bajos y medios sólo se quedarán con el 10% del crecimiento económico generado por esa tecnología. Pero con asociaciones estratégicas e inversiones en infraestructura a gran escala, pueden aprovecharlas para fomentar un desarrollo inclusivo y sostenible.