DAR ES SALAAM – Mi abuela tiene 76 años, y mi abuelo 83. Ambos, han vivido y viven una vida fructífera, ellos cultivan la tierra y pastean ganado en una aldea remota en las colinas del suroeste de Uganda. Pero, cada vez que pienso en ellos, me causa mayor asombro su buena salud que su arduo trabajo.
DAR ES SALAAM – Mi abuela tiene 76 años, y mi abuelo 83. Ambos, han vivido y viven una vida fructífera, ellos cultivan la tierra y pastean ganado en una aldea remota en las colinas del suroeste de Uganda. Pero, cada vez que pienso en ellos, me causa mayor asombro su buena salud que su arduo trabajo.