WASHINGTON, DC – El producto interno bruto ha sido la prueba definitiva del bienestar de una economía durante más de 80 años. Pero, en tanto las economías del mundo se vuelven cada vez más complejas y centradas en la tecnología, los economistas cada vez más cuestionan la utilidad del PIB como una medición de la salud de una economía, y algunos se muestran a favor de una estrategia radicalmente nueva. La experiencia de África demuestra por qué una estrategia de este tipo es tan necesaria.
WASHINGTON, DC – El producto interno bruto ha sido la prueba definitiva del bienestar de una economía durante más de 80 años. Pero, en tanto las economías del mundo se vuelven cada vez más complejas y centradas en la tecnología, los economistas cada vez más cuestionan la utilidad del PIB como una medición de la salud de una economía, y algunos se muestran a favor de una estrategia radicalmente nueva. La experiencia de África demuestra por qué una estrategia de este tipo es tan necesaria.