ABIYÁN – La pandemia de COVID‑19 ya lleva casi dos años, y la naturaleza desigual de la respuesta internacional a la crisis es patente. Mientras muy pocos países africanos consiguieron gastar el equivalente a tan siquiera el 1% de su PIB para combatir esta emergencia sanitaria casi inédita, las economías occidentales le destinaron más de diez billones de dólares, es decir, el 30% de su PIB combinado. En Europa y en Estados Unidos, el porcentaje de población adulta con vacunación completa contra la COVID‑19 asciende a 75% y 70% respectivamente; en África, esa cifra no llega al 6%. Y mientras algunos países occidentales han comenzado a dar dosis de refuerzo, África no consigue primeras dosis.
ABIYÁN – La pandemia de COVID‑19 ya lleva casi dos años, y la naturaleza desigual de la respuesta internacional a la crisis es patente. Mientras muy pocos países africanos consiguieron gastar el equivalente a tan siquiera el 1% de su PIB para combatir esta emergencia sanitaria casi inédita, las economías occidentales le destinaron más de diez billones de dólares, es decir, el 30% de su PIB combinado. En Europa y en Estados Unidos, el porcentaje de población adulta con vacunación completa contra la COVID‑19 asciende a 75% y 70% respectivamente; en África, esa cifra no llega al 6%. Y mientras algunos países occidentales han comenzado a dar dosis de refuerzo, África no consigue primeras dosis.