PARÍS – En 2015, los estados miembro de las Naciones Unidas se comprometieron de forma unánime a trabajar por “la paz y la prosperidad para las personas y el planeta” mediante el cumplimiento de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de aquí a 2030. Aunque la agenda no tenía precedentes por su ambición -acabar con el hambre, reducir drásticamente la desigualdad, impulsar el crecimiento económico, lograr la igualdad de género, detener el cambio climático y garantizar el acceso al agua, al saneamiento y a la energía-, muchos esperaban que el mundo lograra avances significativos. Pero la triste y dura realidad es que solo el 12% de las 140 metas mensurables de los ODS van en la dirección correcta, y más del 30% están estancadas o avanzan a la inversa.
PARÍS – En 2015, los estados miembro de las Naciones Unidas se comprometieron de forma unánime a trabajar por “la paz y la prosperidad para las personas y el planeta” mediante el cumplimiento de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de aquí a 2030. Aunque la agenda no tenía precedentes por su ambición -acabar con el hambre, reducir drásticamente la desigualdad, impulsar el crecimiento económico, lograr la igualdad de género, detener el cambio climático y garantizar el acceso al agua, al saneamiento y a la energía-, muchos esperaban que el mundo lograra avances significativos. Pero la triste y dura realidad es que solo el 12% de las 140 metas mensurables de los ODS van en la dirección correcta, y más del 30% están estancadas o avanzan a la inversa.