Cuando los líderes de la OTAN se reúnan en la cumbre de Riga a fines de este mes, habrá un fantasma en el festín: el opio de Afganistán. El país está en peligro de retroceder y caer en manos de terroristas, insurgentes y criminales, y el multimillonario negocio del opio está en el centro mismo de los males del país. De hecho, el general de alto rango de la OTAN James Jones ha llamado a las drogas "el talón de Aquiles" de Afganistán.
Cuando los líderes de la OTAN se reúnan en la cumbre de Riga a fines de este mes, habrá un fantasma en el festín: el opio de Afganistán. El país está en peligro de retroceder y caer en manos de terroristas, insurgentes y criminales, y el multimillonario negocio del opio está en el centro mismo de los males del país. De hecho, el general de alto rango de la OTAN James Jones ha llamado a las drogas "el talón de Aquiles" de Afganistán.