NUEVA YORK – La mayoría de los gobiernos del mundo (necesitados de movilizar más ingresos impositivos para financiar el desarrollo, y combatir extendidos esquemas de evasión como los revelados el año pasado en el escándalo de los acuerdos secretos de Luxemburgo) tienen buenos motivos para colaborar en materia tributaria. Pero el impulso en pos de fortalecer esa cooperación encontró un abrupto final en la Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, celebrada el mes pasado en Addis Abeba.
NUEVA YORK – La mayoría de los gobiernos del mundo (necesitados de movilizar más ingresos impositivos para financiar el desarrollo, y combatir extendidos esquemas de evasión como los revelados el año pasado en el escándalo de los acuerdos secretos de Luxemburgo) tienen buenos motivos para colaborar en materia tributaria. Pero el impulso en pos de fortalecer esa cooperación encontró un abrupto final en la Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, celebrada el mes pasado en Addis Abeba.