Tiempo de construir

Todo buen banquero internacional sabe que los días finales de abril no es un buen momento para andar ofreciendo sus servicios, ya que es cuando los ministros de finanzas de todo el mundo regresan a casa tras las reuniones del FMI en Washington, advertidos de que los riesgos que enfrenta la economía global podrían propagarse a sus propios patios traseros. Están demasiado ocupados recuperándose del trauma como para pensar en pagar abultados honorarios por nuevas y generosas emisiones de bonos internacionales. ¿Quién desea acumular deuda, cuando puede que haya una crisis financiera a la vuelta de la esquina? Mejor seguir invirtiendo en letras del Tesoro de EE.UU., incluso si su rentabilidad es mucho menor que la mayoría de las demás inversiones.

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