Hay algo trágico en el desarrollo actual de Europa. El avance de la democracia en el continente y la formación de un mercado único a lo largo de una buena parte del territorio europeo han creado estabilidad, seguridad y prosperidad sin precedentes. La nueva divisa, el euro, y la promesa de la Unión Europea de admitir hasta diez nuevos miembros en 2004 son indicadores sólidos de una integración en curso.
Hay algo trágico en el desarrollo actual de Europa. El avance de la democracia en el continente y la formación de un mercado único a lo largo de una buena parte del territorio europeo han creado estabilidad, seguridad y prosperidad sin precedentes. La nueva divisa, el euro, y la promesa de la Unión Europea de admitir hasta diez nuevos miembros en 2004 son indicadores sólidos de una integración en curso.