NUEVA YORK – Después de las crisis griega e irlandesa y la propagación del contagio financiero a Portugal, España y posiblemente Italia incluso, la zona del euro está inmersa ahora en una crisis grave. Hay tres posibles situaciones hipotéticas: “un arreglárselas mal que bien” mediante el actual planteamiento de “prestar y rezar”; “una desintegración”, con reestructuraciones de la deuda desordenadas y posible salida de los miembros más débiles; y “una mayor integración”, que entrañaría alguna forma de unión fiscal.
NUEVA YORK – Después de las crisis griega e irlandesa y la propagación del contagio financiero a Portugal, España y posiblemente Italia incluso, la zona del euro está inmersa ahora en una crisis grave. Hay tres posibles situaciones hipotéticas: “un arreglárselas mal que bien” mediante el actual planteamiento de “prestar y rezar”; “una desintegración”, con reestructuraciones de la deuda desordenadas y posible salida de los miembros más débiles; y “una mayor integración”, que entrañaría alguna forma de unión fiscal.