La guerra del Iraq ha provocado una división entre la Europa "vieja" y la "nueva" y ha creado tensiones sin precedentes en la relación entre los Estados Unidos y Europa. Durante casi 60 años, la asociación atlántica ha sido una fuerza positiva no sólo para Europa y Norteamérica, sino también para el mundo. ¿Es irreversible la ruptura de esos lazos o se puede recuperarlos?
La guerra del Iraq ha provocado una división entre la Europa "vieja" y la "nueva" y ha creado tensiones sin precedentes en la relación entre los Estados Unidos y Europa. Durante casi 60 años, la asociación atlántica ha sido una fuerza positiva no sólo para Europa y Norteamérica, sino también para el mundo. ¿Es irreversible la ruptura de esos lazos o se puede recuperarlos?