CIUDAD DE MEXICO – Al próximo presidente norteamericano no le resultará una tarea sencilla remediar el embrollo internacional heredado de la administración Bush. Si bien América latina no será una prioridad ni para la administración de Obama ni para la de McCain, seguir con la desatención de los últimos siete años por parte de Estados Unidos ya no es viable.
CIUDAD DE MEXICO – Al próximo presidente norteamericano no le resultará una tarea sencilla remediar el embrollo internacional heredado de la administración Bush. Si bien América latina no será una prioridad ni para la administración de Obama ni para la de McCain, seguir con la desatención de los últimos siete años por parte de Estados Unidos ya no es viable.