CAMBRIDGE.– Si bien entiendo que las tasas de cambio nunca son fáciles de explicar ni comprender, el relativamente robusto valor actual del euro me resulta ligeramente misterioso. ¿Creen seriamente los gnomos de los mercados de divisas que el último «paquete exhaustivo» de los gobiernos de la zona del euro para salvar su moneda resistirá más de unos pocos meses?
CAMBRIDGE.– Si bien entiendo que las tasas de cambio nunca son fáciles de explicar ni comprender, el relativamente robusto valor actual del euro me resulta ligeramente misterioso. ¿Creen seriamente los gnomos de los mercados de divisas que el último «paquete exhaustivo» de los gobiernos de la zona del euro para salvar su moneda resistirá más de unos pocos meses?