LONDRES – El mes pasado, estando en la ciudad de Nueva York, dio la casualidad de que me alojé en el mismo hotel que el Primer Ministro israelí, Benyamin Netanyahu. Para atender sus necesidades de seguridad, el hotel había quedado convertido en una fortaleza, muy parecida al propio Israel.
LONDRES – El mes pasado, estando en la ciudad de Nueva York, dio la casualidad de que me alojé en el mismo hotel que el Primer Ministro israelí, Benyamin Netanyahu. Para atender sus necesidades de seguridad, el hotel había quedado convertido en una fortaleza, muy parecida al propio Israel.