La Doctrina Monroe -que en 1823 proclamó que toda América latina era una zona de exclusivo interés norteamericano- se está marchitando. La globalización y los cambios dinámicos de las economías y la política de sus muchos países le están brindando a América latina la oportunidad de reducir el nivel de dependencia de Estados Unidos y, en consecuencia, de renegociar, en mejores términos, sus relaciones hasta ahora asimétricas con su gran vecino del norte.
La Doctrina Monroe -que en 1823 proclamó que toda América latina era una zona de exclusivo interés norteamericano- se está marchitando. La globalización y los cambios dinámicos de las economías y la política de sus muchos países le están brindando a América latina la oportunidad de reducir el nivel de dependencia de Estados Unidos y, en consecuencia, de renegociar, en mejores términos, sus relaciones hasta ahora asimétricas con su gran vecino del norte.