PRINCETON – Durante el último año resultó fácil perder de vista la crisis de la deuda griega. Llena hasta el borde de fondos oficiales, Grecia parecía camino a recuperarse. Si bien los planes de privatización se demoraron, los griegos obtuvieron buenas notas por redoblar la austeridad fiscal. En un verano europeo de silencioso triunfalismo, las expectativas cada vez menos exigentes fueron fáciles de satisfacer.
PRINCETON – Durante el último año resultó fácil perder de vista la crisis de la deuda griega. Llena hasta el borde de fondos oficiales, Grecia parecía camino a recuperarse. Si bien los planes de privatización se demoraron, los griegos obtuvieron buenas notas por redoblar la austeridad fiscal. En un verano europeo de silencioso triunfalismo, las expectativas cada vez menos exigentes fueron fáciles de satisfacer.