NUEVA YORK – El prestigio de los bancos centrales modernos se remonta en los Estados Unidos al comienzo del decenio de 1980, cuando Paul Volcker presidía la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal. Al afrontar una inflación preocupantemente elevada y debilitante, Volcker declaró la guerra contra ella... y ganó. Al lograr una reducción de la inflación durante un largo período, hizo algo más que cambiar las perspectivas y los resultados económicos. También realzó en gran medida el prestigio de la Reserva Federal entre el público en general, en los mercados financieros y en los círculos normativos.
NUEVA YORK – El prestigio de los bancos centrales modernos se remonta en los Estados Unidos al comienzo del decenio de 1980, cuando Paul Volcker presidía la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal. Al afrontar una inflación preocupantemente elevada y debilitante, Volcker declaró la guerra contra ella... y ganó. Al lograr una reducción de la inflación durante un largo período, hizo algo más que cambiar las perspectivas y los resultados económicos. También realzó en gran medida el prestigio de la Reserva Federal entre el público en general, en los mercados financieros y en los círculos normativos.