NUEVA YORK – Acabo de regresar de Bután, el reino del Himalaya cuya belleza natural, riqueza cultural e introspección inspiradora resultan incomparables. Desde la singularidad del reino hoy surge un conjunto de cuestiones económicas y sociales que son de un interés apremiante para todo el mundo.
NUEVA YORK – Acabo de regresar de Bután, el reino del Himalaya cuya belleza natural, riqueza cultural e introspección inspiradora resultan incomparables. Desde la singularidad del reino hoy surge un conjunto de cuestiones económicas y sociales que son de un interés apremiante para todo el mundo.