CAMBRIDGE – No hace falta pasar mucho tiempo en países en desarrollo para observar que sus economías son una mezcolanza, pues combinan lo productivo con lo improductivo, el primer mundo con el tercer mundo. En los sectores modernos y más productivos de su economía, la productividad (aun siendo habitualmente lenta) está más próxima a lo que observamos en los países avanzados.
CAMBRIDGE – No hace falta pasar mucho tiempo en países en desarrollo para observar que sus economías son una mezcolanza, pues combinan lo productivo con lo improductivo, el primer mundo con el tercer mundo. En los sectores modernos y más productivos de su economía, la productividad (aun siendo habitualmente lenta) está más próxima a lo que observamos en los países avanzados.