LONDRES – Las recién celebradas elecciones del Parlamento europeo estuvieron marcadas por la desilusión y el desencanto. Tan solo 43% de los europeos acudieron a votar –además, muchos de ellos abandonaron los partidos principales y en muchos casos optaron por los partidos radicales antieuropeos. En efecto, los resultados oficiales no reflejan la magnitud del desencanto popular; muchas personas que continuaron votando por partidos tradicionales lo hicieron de muy mala gana, faute de mieux.
LONDRES – Las recién celebradas elecciones del Parlamento europeo estuvieron marcadas por la desilusión y el desencanto. Tan solo 43% de los europeos acudieron a votar –además, muchos de ellos abandonaron los partidos principales y en muchos casos optaron por los partidos radicales antieuropeos. En efecto, los resultados oficiales no reflejan la magnitud del desencanto popular; muchas personas que continuaron votando por partidos tradicionales lo hicieron de muy mala gana, faute de mieux.