OXFORD – Cuando se establecieron las instituciones de las Naciones Unidas y Bretton Woods tras la Segunda Guerra Mundial, hace casi siete décadas, el poder económico y político estaba concentrado en manos de unos pocos países «victoriosos»; lograr consensos sobre cómo restaurar el orden internacional era entonces relativamente fácil. Pero, desde entonces, la gobernanza global se ha tornado cada vez más confusa e obstaculizando los avances en áreas que afectan a todo el mundo.
OXFORD – Cuando se establecieron las instituciones de las Naciones Unidas y Bretton Woods tras la Segunda Guerra Mundial, hace casi siete décadas, el poder económico y político estaba concentrado en manos de unos pocos países «victoriosos»; lograr consensos sobre cómo restaurar el orden internacional era entonces relativamente fácil. Pero, desde entonces, la gobernanza global se ha tornado cada vez más confusa e obstaculizando los avances en áreas que afectan a todo el mundo.