CAMBRIDGE – China y Rusia acaban de mostrar al mundo un marcado contraste en el uso del poder. Como dijo recientemente el analista francés Dominique Moisi, "mientras que China intenta seducir y asombrar al mundo con sus medallas olímpicas, Rusia quiere impresionarlo demostrando su superioridad militar –el poder blando de China frente al poder duro de Rusia". Algunos analistas estadounidenses, como Edward Luttwak, han concluido que la invasión rusa de Georgia demuestra la "irrelevancia" del poder blando y el dominio del poder militar duro. En realidad, la cosa resultará ser más complicada para ambos países.
CAMBRIDGE – China y Rusia acaban de mostrar al mundo un marcado contraste en el uso del poder. Como dijo recientemente el analista francés Dominique Moisi, "mientras que China intenta seducir y asombrar al mundo con sus medallas olímpicas, Rusia quiere impresionarlo demostrando su superioridad militar –el poder blando de China frente al poder duro de Rusia". Algunos analistas estadounidenses, como Edward Luttwak, han concluido que la invasión rusa de Georgia demuestra la "irrelevancia" del poder blando y el dominio del poder militar duro. En realidad, la cosa resultará ser más complicada para ambos países.