NUEVA YORK – Existe un consenso generalizado en el sentido de que el desinflarse de una serie de burbujas inmobiliarias desencadenó la crisis financiera mundial de 2008-2009, junto con la grave recesión que siguió. Aunque el caso mejor conocido es el de los Estados Unidos, la combinación de unas laxas reglamentación y supervisión de bancos y una política de tipos de interés bajos alimentó burbujas similares en el Reino Unido, España, Irlanda, Islandia y Dubái.
NUEVA YORK – Existe un consenso generalizado en el sentido de que el desinflarse de una serie de burbujas inmobiliarias desencadenó la crisis financiera mundial de 2008-2009, junto con la grave recesión que siguió. Aunque el caso mejor conocido es el de los Estados Unidos, la combinación de unas laxas reglamentación y supervisión de bancos y una política de tipos de interés bajos alimentó burbujas similares en el Reino Unido, España, Irlanda, Islandia y Dubái.