BEIRUT – La violencia desatada en los países árabes durante los cuatro últimos años puede haber sido tan sólo una primera prueba de lo que está por venir. Una brutalidad cada vez mayor y las acciones de los gobiernos han sometido a los ciudadanos árabes a una inmensa presión. De no haber un cambio de rumbo, el resultado podría ser fácilmente un mayor conflicto y una ola de levantamientos... esa vez ya no pacíficos.
BEIRUT – La violencia desatada en los países árabes durante los cuatro últimos años puede haber sido tan sólo una primera prueba de lo que está por venir. Una brutalidad cada vez mayor y las acciones de los gobiernos han sometido a los ciudadanos árabes a una inmensa presión. De no haber un cambio de rumbo, el resultado podría ser fácilmente un mayor conflicto y una ola de levantamientos... esa vez ya no pacíficos.