NUEVA YORK – No es fácil reconocer las eras históricas antes de que terminen. El Renacimiento sólo llegó a ser el Renacimiento en retrospectiva; lo mismo puede decirse de la Edad Oscura que lo precedió, y de muchas otras eras. La razón es simple: ante cualquier acontecimiento, sea prometedor o preocupante, es imposible saber si es un hecho aislado o señal del inicio de una tendencia duradera.
NUEVA YORK – No es fácil reconocer las eras históricas antes de que terminen. El Renacimiento sólo llegó a ser el Renacimiento en retrospectiva; lo mismo puede decirse de la Edad Oscura que lo precedió, y de muchas otras eras. La razón es simple: ante cualquier acontecimiento, sea prometedor o preocupante, es imposible saber si es un hecho aislado o señal del inicio de una tendencia duradera.