La investigación médica actual suena cada vez más como si fuera un negocio. Las secuencias genéticas se patentan; la sangre del cordón es una propiedad muy valiosa. Los genetistas hablan de “prospección“ genética. Los tejidos corporales se „extraen“, se „cosechan“ y se „depositan en bancos“.
La investigación médica actual suena cada vez más como si fuera un negocio. Las secuencias genéticas se patentan; la sangre del cordón es una propiedad muy valiosa. Los genetistas hablan de “prospección“ genética. Los tejidos corporales se „extraen“, se „cosechan“ y se „depositan en bancos“.