NUEVA YORK – Entre los riesgos geopolíticos de la actualidad, ninguno es mayor que el arco largo de inestabilidad que se extiende desde el Magreb hasta la frontera entre Afganistán y Pakistán. Ahora que la Primavera Árabe se torna en un recuerdo cada vez más distante, la inestabilidad a lo largo de este arco se profundiza. De hecho, de entre los tres países donde inicialmente surgió la Primavera Árabe, Libia se convirtió en un Estado fallido, Egipto regresó a un régimen autoritario y Túnez está siendo desestabilizado económica y políticamente por ataques terroristas.
NUEVA YORK – Entre los riesgos geopolíticos de la actualidad, ninguno es mayor que el arco largo de inestabilidad que se extiende desde el Magreb hasta la frontera entre Afganistán y Pakistán. Ahora que la Primavera Árabe se torna en un recuerdo cada vez más distante, la inestabilidad a lo largo de este arco se profundiza. De hecho, de entre los tres países donde inicialmente surgió la Primavera Árabe, Libia se convirtió en un Estado fallido, Egipto regresó a un régimen autoritario y Túnez está siendo desestabilizado económica y políticamente por ataques terroristas.