MÚNICH – Como la reequilibración mundial va a ocupar un puesto importante en el programa de las próximas reuniones del G-7 y del G-20, Alemania, con su persistente superávit de exportación, volverá a recibir presiones para que impulse la demanda interna y el consumo de los hogares, pero el consumidor alemán no cuenta. Lo que hace falta es un intenso y rápido aumento de la inversión en Alemania y Europa y un abandono coordinado de las políticas monetarias excesivamente relajadas.
MÚNICH – Como la reequilibración mundial va a ocupar un puesto importante en el programa de las próximas reuniones del G-7 y del G-20, Alemania, con su persistente superávit de exportación, volverá a recibir presiones para que impulse la demanda interna y el consumo de los hogares, pero el consumidor alemán no cuenta. Lo que hace falta es un intenso y rápido aumento de la inversión en Alemania y Europa y un abandono coordinado de las políticas monetarias excesivamente relajadas.