MILÁN – El verano pasado, pasados dos años de creciente incertidumbre, el riesgo sistémico en la zona del euro finalmente comenzó a reducirse, a medida que se consolidaron compromisos condicionales. Italia y España ofrecieron reformas fiscales y orientadas al crecimiento creíbles, y el Banco Central Europeo, con el respaldo alemán, prometió intervenir lo necesario para estabilizar al sector bancario y a los mercados de deuda soberana.
MILÁN – El verano pasado, pasados dos años de creciente incertidumbre, el riesgo sistémico en la zona del euro finalmente comenzó a reducirse, a medida que se consolidaron compromisos condicionales. Italia y España ofrecieron reformas fiscales y orientadas al crecimiento creíbles, y el Banco Central Europeo, con el respaldo alemán, prometió intervenir lo necesario para estabilizar al sector bancario y a los mercados de deuda soberana.