PARÍS – A fines del siglo XIX, el Imperio Británico aplicó una política de lo que dio en llamar un "espléndido aislamiento", que reflejaba la determinación de sus líderes de mantenerse alejados de los compromisos internacionales. Con la fuerza de su economía y la superioridad de su marina, el Reino Unido podía darse el lujo de no involucrarse en los asuntos de los demás.
PARÍS – A fines del siglo XIX, el Imperio Británico aplicó una política de lo que dio en llamar un "espléndido aislamiento", que reflejaba la determinación de sus líderes de mantenerse alejados de los compromisos internacionales. Con la fuerza de su economía y la superioridad de su marina, el Reino Unido podía darse el lujo de no involucrarse en los asuntos de los demás.