CAMBRIDGE – Nada pone más en peligro la globalización que la amplia brecha de gobernanza que se ha abierto en las últimas décadas – brecha que se define como la disparidad peligrosa entre el ámbito nacional de la responsabilidad política y la naturaleza global de los mercados de bienes, de capitales y de muchos servicios. Cuando los mercados trascienden a la normativa nacional, como ocurre con la actual globalización de las finanzas, ello da lugar a fallos de mercado, inestabilidad y crisis. Sin embargo, impulsar la elaboración de normas en las burocracias supranacionales, como por ejemplo en la Organización Mundial del Comercio o la Comisión Europea, puede resultar en un déficit democrático y en una pérdida de legitimidad.
CAMBRIDGE – Nada pone más en peligro la globalización que la amplia brecha de gobernanza que se ha abierto en las últimas décadas – brecha que se define como la disparidad peligrosa entre el ámbito nacional de la responsabilidad política y la naturaleza global de los mercados de bienes, de capitales y de muchos servicios. Cuando los mercados trascienden a la normativa nacional, como ocurre con la actual globalización de las finanzas, ello da lugar a fallos de mercado, inestabilidad y crisis. Sin embargo, impulsar la elaboración de normas en las burocracias supranacionales, como por ejemplo en la Organización Mundial del Comercio o la Comisión Europea, puede resultar en un déficit democrático y en una pérdida de legitimidad.