WASHINGTON, DC – Con las preparaciones en marcha para la visita del Presidente de China, Xi Jinping, el próximo mes de septiembre a Washington, D.C., los funcionarios de los dos países están quitando importancia a sus diferencias sobre las desmedidas reivindicaciones territoriales de China, respaldadas con la construcción de instalaciones militares en islas y atolones antes deshabitadas en el mar de la China Meridional. Y esa desaceleración diplomática, tras meses de recriminaciones y amenazas veladas, viene muy bien a los dirigentes del Asia sudoriental.
WASHINGTON, DC – Con las preparaciones en marcha para la visita del Presidente de China, Xi Jinping, el próximo mes de septiembre a Washington, D.C., los funcionarios de los dos países están quitando importancia a sus diferencias sobre las desmedidas reivindicaciones territoriales de China, respaldadas con la construcción de instalaciones militares en islas y atolones antes deshabitadas en el mar de la China Meridional. Y esa desaceleración diplomática, tras meses de recriminaciones y amenazas veladas, viene muy bien a los dirigentes del Asia sudoriental.