MÚNICH – El Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (ATCI), que al presente es objeto de intensas negociaciones entre la Unión Europea y Estados Unidos, está causando una gran conmoción. De hecho, dada la magnitud de las dos economías, que en conjunto representan más del 50% del PIB mundial y un tercio de los flujos mundiales de comercio, lo que se encuentra en juego es mucho. Con el fin de garantizar que el ATCI beneficie a los consumidores de ambos lados del Atlántico, aquellos que negocian deben reconocer y evitar varias trampas clave – algunas más evidentes que otras.
MÚNICH – El Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (ATCI), que al presente es objeto de intensas negociaciones entre la Unión Europea y Estados Unidos, está causando una gran conmoción. De hecho, dada la magnitud de las dos economías, que en conjunto representan más del 50% del PIB mundial y un tercio de los flujos mundiales de comercio, lo que se encuentra en juego es mucho. Con el fin de garantizar que el ATCI beneficie a los consumidores de ambos lados del Atlántico, aquellos que negocian deben reconocer y evitar varias trampas clave – algunas más evidentes que otras.