PRINCETON – En el enfrentamiento cada vez más crispante entre Grecia y la Unión Europea, las autoridades griegas parecen estar reivindicando un mandato democrático que va más allá de las fronteras de su país. El nuevo gobierno, liderado por el partido de extrema izquierda Syriza, se presenta no solo como un negociador que procura un buen resultado para Grecia, sino como el adalid de una solución al problema supuestamente europeo del exceso de deuda gubernamental. Esa postura no reconoce que los interlocutores de Grecia tienen sus propias responsabilidades democráticas.
PRINCETON – En el enfrentamiento cada vez más crispante entre Grecia y la Unión Europea, las autoridades griegas parecen estar reivindicando un mandato democrático que va más allá de las fronteras de su país. El nuevo gobierno, liderado por el partido de extrema izquierda Syriza, se presenta no solo como un negociador que procura un buen resultado para Grecia, sino como el adalid de una solución al problema supuestamente europeo del exceso de deuda gubernamental. Esa postura no reconoce que los interlocutores de Grecia tienen sus propias responsabilidades democráticas.