BERLÍN – Hasta hace unas semanas, los europeos creían vivir en una especie de santuario, aislados de los conflictos actuales del mundo. Las noticias e imágenes de migrantes ahogados eran ciertamente espantosas, pero la tragedia que se desarrollaba al sur de Italia, Grecia y Malta parecía muy lejana.
BERLÍN – Hasta hace unas semanas, los europeos creían vivir en una especie de santuario, aislados de los conflictos actuales del mundo. Las noticias e imágenes de migrantes ahogados eran ciertamente espantosas, pero la tragedia que se desarrollaba al sur de Italia, Grecia y Malta parecía muy lejana.