NUEVA YORK – La epidemia de ébola en el África occidental está destruyendo vidas, diezmando comunidades y dejando huérfanos a niños a un ritmo que no se había visto desde las brutales guerras civiles de esa región que se acabaron hace más de un decenio. En Liberia, el 60 por ciento de los mercados están cerrados ahora; en Sierra Leona, sólo una quinta parte de los 10.000 pacientes de VIH que están en tratamientos antivirales siguen recibiéndolos y el Gobierno de Guinea está comunicando un desfase financiero de 220 millones de dólares debido a la crisis. Si no se contiene pronto el brote, la mayoría de los beneficios económicos y sociales logrados desde que se restableció la paz en Liberia y Sierra Leona y desde que se inició la transición democrática de Guinea podrían perderse.
NUEVA YORK – La epidemia de ébola en el África occidental está destruyendo vidas, diezmando comunidades y dejando huérfanos a niños a un ritmo que no se había visto desde las brutales guerras civiles de esa región que se acabaron hace más de un decenio. En Liberia, el 60 por ciento de los mercados están cerrados ahora; en Sierra Leona, sólo una quinta parte de los 10.000 pacientes de VIH que están en tratamientos antivirales siguen recibiéndolos y el Gobierno de Guinea está comunicando un desfase financiero de 220 millones de dólares debido a la crisis. Si no se contiene pronto el brote, la mayoría de los beneficios económicos y sociales logrados desde que se restableció la paz en Liberia y Sierra Leona y desde que se inició la transición democrática de Guinea podrían perderse.