Cuesta imaginar que alguien piense en la bondad como un problema. Sin embargo, Charles Darwin lo hizo. Las pequeñas abejas obreras que se sacrificaban para proteger sus colmenas –el máximo ejemplo de la bondad animal- mantuvieron a Darwin desvelado de noche.
Cuesta imaginar que alguien piense en la bondad como un problema. Sin embargo, Charles Darwin lo hizo. Las pequeñas abejas obreras que se sacrificaban para proteger sus colmenas –el máximo ejemplo de la bondad animal- mantuvieron a Darwin desvelado de noche.